estos días me reencuentro con mi obra...
obra, ¿no es mucho decir para una niña como yo?
NO, no me importa lo que los demás piensen, esto es obra mía, de mis entrañas, de lo agridulce de mis manos, obra al fin y al cabo.
veo todo lo que alguna vez llegué a expresar, con lo que llegué a jugar, todas las palabras, los
c o l o r e s
y la imaginación, tan real como lo más real que haya sentido en mi vida...
pero un día la niña cayó dormida.
¡despierta, despierta!
despierta...
( . . . )
hoy abro los ojos después de casi dos años, y contemplo esta obra, sin métrica, sin formalidades de ningún tipo, pero mía al fin y al cabo... mía y de todos los míos...
de principio a fin.